Zamora. Jesús Chuintiam nació en Morona Santiago un 25 de diciembre de 1984, no obstante, se considera un zamorano más pues desde niño y en compañía de sus padres emigró hasta lo que hoy se conoce como La Orquídea de la Amazonía.
Sus estudios primarios los realiza en el Centro Educativo Comunitario TU TIM en Uwents, en tanto que los primeros años de secundaria los cursa en el Colegio ETZA en Bomboiza, provincia de Morona Santiago.
Nos cuenta que creció bajo el apoyo de sus padres y que hasta antes de prestar su voluntariado en el CIBV Sueños y Caramelos se dedicaba a la agricultura conjuntamente con su hermano y resto de familia.
Jesús Natalio vive en unión libre con Mélida Sanchim, con quien procreó a sus hijos Jairo, José, Rocío y Mercy, quienes son su más grande riqueza y quienes lo alientan para que siga adelante con firmeza y decisión.
Su actividad diaria
Nuestro entrevistado nos comenta respecto de lo que hace de lunes a viernes en el CIBV que brinda servicio para 25 niños y niñas de la comunidad shuar de Uwents.
Su jornada de voluntariado la cumple diariamente de 8am a 16pm “siempre llego más temprano de lo habitual para estar pendiente de algún imprevisto que pueda ocurrir” señala.
En la actualidad están bajo su responsabilidad 12 niños y niñas de 3 a 4 años de edad, a quienes recibe diariamente con el saludo “chai winiajai” que en lengua shuar significa buenos días niños.
Ha preparado un sinnúmero de material didáctico en shuar y español, así como materiales lúdicos para fortalecer la interculturalidad y sentir orgullo de pertenencia.
Me baso a una planificación diaria, donde se trabaja fortaleciendo los componentes de alimentación, recreación, salud, nutrición, cuidado diario, participación de familias, también me preocupo por inculcar valores humanos como el respeto, solidaridad, amistad” indica el padre comunitario.
Anécdota
“Debo reconocer que a veces como padres de familia creemos que la tarea de educar y cuidar a los hijos es exclusivo de la madre, pero no es así, debe ser un trabajo compartido para que se sostenga el núcleo familiar. Estando diariamente con los niños y niñas en el CIBV me di cuenta que en casa no jugaba ni enseñaba lo que sabía a mis hijos, ahora he cambiado mucho y comparto más tiempo con ellos, se han convertido en mi inspiración y apoyo para continuar”, relata entusiasmado.
Sus compañeras de voluntariado Nube Antuash y Clementina Sanchim admitieron estar muy contentas con la presencia de Jesús Natalio ya que desde su permanencia en el CIBV se refleja mejor trabajo, “hay más organización, más compromiso y más unidad” dijo una de sus compañeras.
Nuestra sincera felicitación a Jesús Natalio y toda su familia, así como a la comunidad de Uwents por confiar en la capacidad de este ciudadano, lo que sin duda rompe viejos esquemas de que el trabajo de cuidado y crianza de niños y niñas está destinado únicamente a la mujer y por consiguiente, sensibiliza para que hombres y mujeres unamos esfuerzos en el marco de la responsabilidad y equidad.